habla de una parte de sí
extiende sus brazos de músculos
apoya en la interioridad de su piel la belleza del mundo
sonríe
llama a su madre por teléfono
sueña con ella
cuelga del ropero los hechizos de vanas mujeres
descubre que su espejo es dios
me llama
y acudo
sólo de noche, cuando nadie de adueña de los escombros
azules de sus huellas
miércoles, 29 de febrero de 2012
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